Las pirámides alimentarias son representaciones gráficas diseñadas para orientar a la población sobre cómo comer de forma saludable. Aunque cada país adapta sus recomendaciones a su cultura y problemas de salud más frecuentes, todas buscan promover una dieta equilibrada.

Hoy comparamos la Pirámide Alimentaria Española (2015) con la Pirámide Australiana (Healthy Eating Pyramid, 2015).

La Pirámide Alimentaria Española (2015)

Elaborada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), se basa en el patrón mediterráneo. Sus características principales son:

• Base amplia de la pirámide: agua, actividad física diaria, equilibrio emocional, descanso y balance energético.
• Primer nivel de alimentos: cereales (preferentemente integrales), frutas, verduras y hortalizas.
• Escalones intermedios: legumbres, frutos secos, aceite de oliva como grasa principal, pescado, carnes magras, huevos y lácteos.
• Cúspide: alimentos de consumo ocasional (dulces, bollería, bebidas alcohólicas, procesados).
• Destaca la importancia de la sociabilidad (cocinar, comer acompañado) y la tradición mediterránea.

La Pirámide Australiana (Healthy Eating Pyramid, 2015)

Creada por Nutrition Australia, actualizada en 2015, promueve un modelo adaptado a la población australiana, con un fuerte enfoque en el aumento de alimentos vegetales.

• Base amplia: verduras, legumbres y frutas (se prioriza que ocupen la mayor parte de la dieta).
• Segundo nivel: cereales, preferentemente integrales.
• Nivel intermedio: proteínas magras (huevos, pescado, pollo, legumbres, frutos secos) y lácteos o alternativas fortificadas en calcio.
• Parte superior: grasas saludables (aceite de oliva, canola, frutos secos, semillas, aguacate).
• Fuera de la pirámide: alimentos “a limitar” (bebidas azucaradas, alcohol, sal, comida rápida, ultraprocesados).

Similitudes entre ambas pirámides

1. Énfasis en alimentos de origen vegetal: frutas, verduras, legumbres y cereales integrales ocupan los niveles más bajos.
2. Proteínas magras y lácteos: se recomiendan con moderación y variedad.
3. Separación de ultraprocesados: ambos modelos los sitúan en la cúspide o fuera del esquema, marcando que deben consumirse de forma ocasional.
4. Promoción de agua como bebida principal.

Diferencias principales

1. Formato de la base
   • España: incluye hábitos de vida (actividad física, descanso, equilibrio emocional, sociabilidad).
   • Australia: se centra exclusivamente en alimentos, sin mencionar factores de estilo de vida.
2. Grasas saludables
   • España: el aceite de oliva ocupa un lugar central como grasa principal.
   • Australia: abre el abanico a otras grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de canola, semillas), además del aceite de oliva.
3. Alcohol
   • España: aparece en la cúspide como consumo opcional y moderado en adultos.
   • Australia: queda fuera de la pirámide, claramente desaconsejado.
4. Proporción de vegetales
   • España: frutas y verduras comparten protagonismo con cereales en la base.
   • Australia: verduras y legumbres son la base más amplia, más incluso que los cereales.

Conclusión

La Pirámide Española integra la tradición mediterránea, resaltando no solo los alimentos, sino también los hábitos de vida que los acompañan.
La Pirámide Australiana, en cambio, prioriza un enfoque muy vegetal, con una clara separación de alimentos “a limitar” y sin referencia a la dimensión social o cultural de la alimentación.

Bajo mi punto de vista, la pirámide australiana se acerca más a una alimentación saludable y equilibrada.